Después de casi veinte años, ambas localidades retoman el contacto con la visita de una concejal de aquel Municipio de cara alcanzar un acuerdo de hermanamiento en un futuro próximo.
En el año 1997 Salobreña y el municipio argentino de Yerba Buena, en la provincia de Tucumán, firmaron una carta de intención para profundizar en el conocimiento mutuo y la solidaridad entre sus habitantes, con miras a alcanzar posteriormente un acuerdo de hermanamiento. Aquello redundó en la imposición del nombre de Salobreña a una plaza de Yerba Buena, y del nombre de ésta a una calle de la Villa, aunque posteriormente no se siguieron los trámites para formalizar el hermanamiento.
Pero esas intenciones se han retomado hoy tras la visita a Salobreña de Dora Bianco, concejala del municipio argentino, donde ha sido recibida por el alcalde Gonzalo Fernández y otros miembros del equipo de gobierno. Desde ambas partes han destacado los lazos que unen a ambas localidades, pues varios salobreñeros emigraron en su día a Yerba Buena, que además se sitúa en una zona donde la caña de azúcar fue y sigue siendo uno de los principales cultivos. De hecho, en la plaza dedicada a la Villa en esa ciudad se construyó posteriormente una escuela de primaria que lleva el nombre de Salobreña, y cuyo escudo es el mismo que el de nuestra localidad.
La presencia de la concejal argentina responde a una visita realizada a España para participar en un congreso, en la que no quiso dejar de conocer un municipio cuyo nombre se escucha mucho en Yerba Buena, según afirma, gracias a la existencia de la escuela. La propia edil indagó en su día sobre el por qué del nombre de este centro educativo, y desde entonces surgió la inquietud por retomar el acercamiento que se inició hace dieciocho años.
El primer contacto institucional entre ambos ayuntamientos se produjo en 1997 con motivo de una visita del entonces presidente del Concejo Deliberante de Yerba Buena, Francisco José Pérez, quien firmó la referida carta de intención con quien era alcalde de la Villa, Manuel Pérez Cobos. La visita del representante argentino se produjo por recomendación de salobreñeros que en su día emigraron a la ciudad de la provincia de Tucumán. Entonces se acordó que un espacio público de Yerba Buena se denominara Salobreña, como así se hizo con una plaza de una zona de expansión que hoy ya se encuentra integrada a la ciudad, y donde posteriormente se construyó la escuela. Mientras tanto, en Salobreña se le puso el nombre de Yerba Buena a una calle peatonal del Sector Norte, muy cercana al Ayuntamiento, que une las calles Nicolás Redondo y Miguel Hernández.
Fernández Pulido ha expresado la voluntad “de recuperar aquel expediente de hermanamiento que se quedó inconcluso y de retomar los lazos entre ambos municipios, especialmente desde el punto de vista cultural y educativo, sin descartar también el económico”. Espera también que Salobreña pueda ser partícipe en la celebración del bicentenario de la independencia argentina, declarada en 1816 precisamente en Tucumán.
Yerba Buena tiene una población de 76.000 habitantes según el censo de 2010, y es colindante a la capital de la provincia, San Miguel de Tucumán, por lo que sirve en gran medida como zona de segunda residencia y también como ciudad dormitorio de ésta.